Dikt La plaza mercurio (iii)
Campanadas le ponen al día su hábito de monja y los pitos de los carros su
(vestido de payaso
los ascensores trabajan desde el piso Prehistoria hasta el piso Apocalipsis
máquinas de escribir en las cimas de las prenderías se enredan en arcaicos
(soliloquios
fakires tragamonedas cruzan palabras con las estatuas bajo la
(sombra de los alcoholes
tahures se juegan sus últimas cartas de dinamita
los andamios se vanaglorian de su status aéreo
los zapatos de su polirritmia fraternal
las escobas saben madrugar
carretillas de frutas abren rutas de olor entre los transeúntes
telas ondulan hechizando a los vendedores de paletas en sus bicicletas
las ostrerías y las señoritas que promocionan jabones rebosan de proteínas
los semáforos se yerguen totémicos como falos de las aceras
en toldos móviles como góndolas se levantan rojas pirámides de manzanas
bajo puentes extáticos pasan novios de todas las edades
nadie permanece tan firme y circunspecto como el promiscuo edificio
(ombligo de timbre
ni saluda con tanta fineza como el sol pianista de la clorofila
las montañas distribuyen los manuales budistas del aire
en las peluquerías entran señoras tormentas con sus hijos relámpagos
entonces los cines son trenes
los aeropuertos tréboles
las iglesias son barcos
las torres de energía arcángeles
las fuentes de agua sucursales del Génesis
los taxis negros viudas sigilosas
los bares troncos flotantes
las vitrinas virginales filósofas
son familias en tertulias metafísicas las sastrerías
nodrizas de leche negra las tipografías
sesiones de yoga los acuarios
síquicas terminales de transporte las droguerías
son lunas las bolas de los billares
islotes hipnóticos los casinos
murciélagos los paraguas
centros de espiritismo los teatros
cohetes los hoteles
suntuosas sombrerías las nubes
de los stripteases surgen orquídeas cristales buzos de otros mares
desde las retretas se eleva un hongo de música que abre las persianas
(de los jubilados
el domingo llega en zancos
y en los estadios de Fútbol eleva el gol hasta el nivel de sol
sincroniza las gambetas de los FutbolIstas con las acrobacias de las
(golondrinas
desde una terraza Varèse dirige una cuadrilla de ambulancias
a las cristalerías entre Bach con un clavicémbalo de niebla
en los carritos de paletas viene Para Elisa Ludwig van Beethoven
de las ferreterías sale Stockhausen ataviado de arandelas
Van Gogh lleva costales del mejor trigo a las panaderías de los arrabales
Villon se bebe el vino en las parroquias
Picasso tiene una escalerilla de una nariz a otra
Hans Arp suelta sus relojes de cuerda a caminar por los obituarios
y muchos artistas hacen una fiesta que es una siesta enhiesta en la orquesta
(de la floresta
de repente las sillas de los paques están llenas de boletos de carruseles
de carruseles donde niños ven un país de vivos colores metálicos
entonces los periódicos de los embetunadores se transforman en palomas
(mensajeras
los cables de alta tensión en pentagramas con arpegios de golondrinas
las cabinas telefónicas en botes de náufragos
las señales de tránsito en jeroglíficos
y hasta los policías parecen inofensivos saltamontes
las clínicas son carruajes de mármol conducidos por los moribundos
en los altos relojes electrónicos se leen los mensajes de los desaprecidos
en la nomenclatura de un edificio con pararrayos está el número ganador
(de la lotería
y en sucesivas paredes con graffittis se lee el monólogo de un dragón
un dragón que baja de las cordilleras desde que comenzaron las ciudades…