Dikt Quevedo ii
Ingenio y corazón, pluma y espada,
Tuvo y usó con arte y bizarría,
Sin que ni adversidad ni tiranía
Hiciesen mella en su conciencia honrada.
Alma en el yunque del dolor forjada,
Rebelde a la vulgar hipocresía,
Para vencer y combatir tenía,
Cuando el acero no, la carcajada.
Si de Momo el disfraz hay quien le viste,
Nadie niega la gala y el encanto
Que en sus obras magníficas subsiste,
Ignorándose aún, con saber tanto,
Si era su llanto manantial del chiste,
O era su chiste manantial del llanto.
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