Dikt Genealogía
A mis abuelos ¿yorubas, congos, mandingas?
I
Desde el principio todo fue foráneo,
ajeno.
Signo ajeno, ajena música.
Ajenas la omnipotencia y bondad de los dioses.
Poca la tierra que habitamos,
ergástula,
sepulcro de guerreros
y carimbados hombres y mujeres.
Junto a la vacada cohabitamos
los boscosos llanos del norte,
permutamos signos y tambores.
Hermanados en la anochecida niebla del Bois Caimán,
invocamos a nuestros dioses,
sin rayas ni pirámides que nos separaran.
II
Donde paren ríos y arroyos sus líquidos puros,
en las más encumbradas cimas de la isla,
aprenden las aves melodías de su canto,
y ensayan los aires invisibles piruetas,
nos refugiamos.
Lejos de las estampidas y las llamas,
bajo yagua y palma,
bajo el salobre y tibio azul del tiempo,
guarecimos
sueños y añoranzas del Dahomey.
III
Desde el principio ayunamos,
donde la luz de los días,
en casi monótona repetición
inaugura la entrada de cada jornada,
ata a la corona de la mañana su resuelta fosforescencia,
y enciende lo que de los días queda,
en sus densos habitáculos.