Dikt La hija de la luz
Sé que los mejores recuerdos nunca se olvida,
Sé también que nada puede detener el tiempo,
Sé que nadie volverá a traer los mejores momentos de regreso; aunque quieras irte por los parajes de las sombras, para ocultar tú triste y pálida mirada, ó ya no vuelvas a sonreír como antes.
Sólo sé que la vida puede continuar aunque pase el peor desastre, sólo sé que estoy conciente de que puedo hacer más cosas,
Sólo sé que después de la tormenta siempre llega la calma, sí el vivir es equilibrar la felicidad y amar sin miedo, pues, el olvidar solamente es el negarnos a nosotros mismo,
Que no podamos vivir con ese impregnado dolor en el pecho.
Apégate más a la luz que has llorado lo suficiente a oscuras, asómate en mis hombros que nunca te dejaré caer. Que tus lágrimas han enrojecido tus ojos hasta dejarte ciega
Que no necesitas sufrir más para olvidar lo que has sido.
No te ocultes más del sol, que todavía hay amaneceres nuevos, aún sigues siendo la hija de la luz, porque nadie a matado tú fe,
Porque nadie a tocado tu religión. Y nadie a cambiado tu creencia. Aún puedes vivir más de lo que has imaginado.
No, te alejes de tú palabra de luz, porque hasta ahora a mesurado tu humildad, No te alejes de tus promesas, porque hasta ahora a armonizado tu voluntad, no te olvides de lo que una vez has dado en convenio.
Que las penumbras de tus pensamientos,
No te conviertan en lo que nunca fuiste,
Que tus pies aguanten tus duras penas de caer, al vacio de la soledad, porque aún sigues siendo la hija de la luz.
Nunca renuncies al deseo de vivir de pié,
Nunca permitas las propuestas oscuras de la muerte, nunca desmayes en el intento de caer de rodillas, nunca mueras porque aún te necesito con vida, porque tú corazón a tolerado cualquier dolor desconocido
Aunque así tengas mucho frió por todo lo que has sentido, aunque así vivas muerta por estar viva.
Tú mirada no sé borró de tu rostro siempre estuvo ahí. Soy conciente que tengo un hogar que está de cabeza, soy conciente que mi casa está destruida, soy conciente que mi familia se está perdiendo, soy conciente que tengo una responsabilidad y eres tú, y sigo en la misma miseria en medio de tantos huesos secos
El reino que supuestamente tengo ya no da más frutos. Yo reinaba un reino en mi paraíso que sólo era mió
Tengo un mundo que para otros es extraño y solo puedo respirar, tu perfecta luz ha arrancado mis palabras oscuras de mis labios
Tu paraíso a rechazado mis roses. Y aún así puedo creer en que si existe una razón para estar vivo. Aún así puedo confiar en tu palabra de devoción. Aunque las manos lóbregos me jalen al frío infierno,
Yo, sólo yo, puedo creer en algo que nunca vi y nunca conoceré, porque nunca me acercaré. Pero, tú siempre serás la hija de la luz.