Dikt Continuad barbaros
Bárbaros mercantiles de la cultura angélica
Que supo convivir años y siglos
Bañados por las aguas y el sol
Del mar donde los dioses convivían
Puros y castos.
Allí distintos pueblos
Estuvieron y rescataron para nosotros
El alma de la paloma y la flor de los mirtos.
Allí, renació de manos de los árabes
La antigua hélade, en frías noches,
O calientes veranos.
Allí Avicena y Averroes
Salvaron y tradujeron manuscritos perdidos
Para siempre, para siempre perdidos en
La memoria de los pueblos y
Los titiriteros
Que hicieron de la guerra
Un mercadeo más,
Y del mortal la maquina perversa,
Al servicio de inteligentes maquinas,
Que jamás serán más que infernales elementos
Surgidos del lobo que aúlla en las estepas.
Continuad bárbaros.
Eternamente no durará ese olvido.
Su sombra oculta la risa del demonio.
Cuando cabras y pastores de Europa hilaban
Los destinos del mundo, desde aquellos desiertos
Eran miradas las estrellas,
Y los sufies cantaban al vino y a la paz
De los desiertos.
Desde allí hasta América
Conquistaron los mares y
Desde Babilonia
La cultura traslucida de pirámides y gemas.
Continuad bárbaros destruyendo el «se dá»
Del tiempo, pues graciosamente florece
La roza porque sí, mientras el pavor
Del mortal, la inquisición del otro,
Aniquila lo que existe,
Y cae al abismo
Sin fundamento, al caos y las sombras,
Aquel que pudo ser,
Y la furia del viento y el cuento del idiota,
Reinen para que nunca ya
El corazón mortal pueda parir estrellas.