Dikt Xxi
En el fin de un silencio cauce y árbol
Cerco de esferas llueve en la codicia
De esta costa sin duelo entre los ríos
Blancos de la noche:
El mundo es viento que hurta en las caricias
Un ademán de azul contra lo incierto
La conciencia que abraza porvenires
De un mar altisonante:
No hay sombra aquí del miedo a las palabras
Esos rincones cálidos que agrupan lentamente
Soledad y soledad desde la tierra
Pausa del alma y voz que se desborda
Para alcanzar un sol
De luna y eco:
Nupcial el firmamento se apresura
En el desvelo íntimo de un orbe
Que llora en luz la causa del invierno
Como un sentirse mar
Así en tardanza:
Juicio y temor de un verbo de arrecifes
Coro de un alto y último destino
Sobre el temblor de tanta primavera
Magia y afán
Que asola el paraíso:
Por ti de pronto en tardes que no fueron
En lentos días sordos de otro encanto
Para esta noche sabia en que regresan
Brotes de un gesto
Y pulsos que te alarman:
Cómo llegar al alba de esta sombra
Atravesar la lenta y dulce lluvia
De esta costa sin duelo entre los ríos
Blancos de la noche:
Cómo llegar al alba en cauce y árbol
Y en todo amor y en boca
Y en certeza para esta noche
Sabia que no entrega
Sino un temblor de azul contra lo incierto
Un ademán de sed que ve y aguarda: