Dikt Anochecida
Al oscurecer estreché tu talle contra el mío
te rocé varias veces con reprimida pavura de hombre viejo
y en la caricia dejé seguir el fisgonear del tacto
la mano sensual y torpe el sexo cercano a la ocurrencia
como si se me fuera a ensombrecer el día
tal vez la propia vida
en el desnudo de tu cuerpo
La mente y el horizonte ávido el celo en su virtuosa hombría
me adentro pues en tu espesura y aprieto con fuerza de caprino
el universo es pequeño ahora los labios lo sujetan:
Me quedo turbado abatido arraigado en ti
y te distancias
en el vaho ardiente del lecho donde brillan tus muslos
de sudor y tu talante.
El trópico es selva y trinitarias que suben y colonizan muros
luz esplendente que fulge errónea
animales pintarrajeados de pluma
papagayos arpías carroñeras
floresta y enredaderas que crecen verdes e impetuosas
Te descubro nuevamente después de alguna estregadura y los ojos
blanquean el espacio
la voz jadea y tu inocencia se desborda de HumorEs
la noche me sorprende me descubre nos atrapa
se emplaza en el jardín sombrío donde el verano es cortesano
Te observo una vez más en la penumbra y estás allí rezumada
delicada y hermosa casi dormida y bella
Afuera huele la tierra mojada la hierba ardorosa
los murciélagos rozan con sus alas la alberca medianera
sonríes al sentir que mis pupilas te hurgan
y notas mi viejo cuerpo cercano a tu figura
El universo es diminuto ahora la mente merodea y reflexiona
como animal nocturno
la noche es absoluta intacta
también mi calma