Dikt Armenia
El pájaro duerme entre las ramas y el camino es seco y áspero.
Llegan las mañanas tibias de abril y la luna perezosa no se abre más a los
Ojos sin pestañas de mis muñecas, para correr por los portales de Armenia
Y cantarle mis versos a las flores. Este es el primer recuerdo que tengo
De Armenia, una visita que hicimos con mis padres a la casa de Claudia
Lars, había feria en el pueblo, un son de salsa y merengue, un ramo de
Risas y flores en el parque.
Yo admiraba desde niña a Claudia Lars, para mí conocer Armenia era como
Entrar a su jardín secreto, en donde el pájaro cantaba en un mirador de
Colores con voz casi humana y permanecían en silencio la «Escuela de
Pájaros» y «La Casa de Vidrio» de sus poemas…era entrar en ese río
Dormido y escuchar la música de las palmeras bajo un cielo plácido y
Blando.
Mi último recuerdo de Armenia fue la presentación de mi libro «Sílabas
Celestes» gracias al Comité de Apoyo y a la Casa de la Cultura. Nos
Reunimos un grupo bastante grande de escritores con estudiantes y amas de
Casa, profesores y promotores culturales, en ese entonces el pueblo de
Armenia tenía la cara pintada de blanco, el adobe de sus casas, sus
Portales, el parque, las calles adoquinadas estaban de pie…
Hoy Armenia está derrumbada…y en su tierra se abren mis manos para
Recoger aquellos recuerdos. El sol ha mandado su rayo de oro a las
Palmeras, el pueblo está callado y triste.
Los terremotos dejaron a Armenia herida y llena de hojas secas. Pero a
Pesar del desastre sigue intacto el jardín de la Escuela de Pájaros de
Claudia, ese donde ella canta y nos mira sonriendo mientras se levantan
Las nubes en medio del polvo.
Armenia no ha perdido mis recuerdos, permanecen allí con miradas que abren
Hojas de colores a la primavera.
¡Armenia…. vayan a ti mis plegarias y que las olas del mar sequen todas
Tus lágrimas!