Dikt La despedida
No puedo perdonarte, mi corazón está roto, a veces pienso que me has matado porque ha muerto mi alma, has matado a ese ser que era cuando estaba a tu lado. Por Dios, amaba verte, tenerte era una bendición, te juro que moría cuando decías quererme, pero maltrataste a mi sentimientos y engañaste a los tuyos al pensar que podían sentir algo de amor por esta alma perdida.
No te preocupes, no importa, la culpa es mía, Se me olvidó que esperar a que me amaras era como esperar al tiempo: imposible, contrastante, sofocante y absurdo. Buscaste la mejor salida escondiéndote bajo tus excusas. Escogiste el camino más fácil, espero que no te arrepientas del camino que elegiste porque ya no hay marcha atrás, no es que no queden palabras por decir, es que el tiempo ha rellenado los espacios por silencios.
Alguien me arrebató el mapa de tu cuerpo. Ya no sé cómo encontrarte, ya no sé quién eres, no te reconozco porque tu imagen se ha ido, tu imagen no es la misma. Yo perdí mi identidad y tú conmigo porque jamás volveremos a ser las personas que éramos cuando estábamos juntos.
Hace tiempo acepté vivir sin ti y viviendo aprendí a amar de nuevo y no es mejor, ni peor, es otro paso de la vida. Le he entregado mi corazón a una nueva persona que lo está curando. Ha muerto mi alma, lo sé, pero ha nacido una más fuerte, con una luz deslumbrante.
Lo siento, no puedo perdonarte, porque lo único que hiciste fue enseñarme a vivir. ¿Acaso no es eso la vida, un ciclo en marcha?
No, no te perdono, solo te puedo decir una palabra GRACIAS.