Dikt Primavera de un hombre
(Primer recuerdo de Soria)
Por Soria está ya la sierra pura
enseñando su azul entre la nieve,
y entre el bajo pinar el cielo breve
tendrá otro azul: aquel de mi ventura.
Sala de la niñez, fresca hermosura
que abril a levantar en mí se atreve;
aire de ayer que al pecho de hoy conmueve,
gota de luz entre mi sangre oscura.
Cómo volver los ojos, hacia dónde,
si a este grito de Dios nadie responde,
del Dios niño que todo lo podía.
A Soria llegará la primavera.
Siempre hay tiempo de amor para el que espera:
¡Señor, di que no es tarde todavía!
Colaboración poema con voz: María Teresa García-Nieto
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